Un viaje no programado.. (San José, Costa Rica)




Era días antes de que terminara mayo cuando empecé a idear una idea que hasta hace una semana cuando paso, jamás había pensado que se haría una realidad.

Una idea de viajar y tomarme un tiempo libre de la rutina, y un descanso emocional.
Como toda idea tiene que llevar un proceso de nacimiento y evolución y cabe decir que no todas las ideas llegan a concretarse. Pasaron los días he empecé a investigar cual sería el mejor lugar para ir y conocer. Tenía la idea de ir a Guatemala pero ya conocía y me desanimaba la idea de la inseguridad en carretera. 

Entonces estaba pensando en ir a Costa Rica, ya que es un país que no conozco y siempre me había llamado la atención. Pero no quería hacer un viaje en bus por lo largo del trayecto y el tiempo que se necesita. Ya ahora en día se cuenta con una aerolínea de bajo costo en la región que se llama VECA con la cual el pasaje no sale caro como en otras líneas aéreas regionales. Ya con eso la idea fue madurando solo había que pensar en la estadía allá.




Se llego el mes de Junio y mi mejor amiga Eu me recomendó una aplicación que se llama Airbnb en donde tu te podes de acuerdo para rentar un cuarto en un casa por un par de días o bien una casa de acuerdo a lo que tengas de presupuesto. Ya viendo opciones me gustaron dos una que quedaba cerca de las embajadas de San José y la otra cerca del Aeropuerto Santa María. Me decidí por la segunda opción ya que era la más económica. Ya habiendo tenido las dos opciones de viaje y hospedaje solo era cuestión de dar el sí mental, de me voy de viaje pero hacia falta la otra opción. 

Hacía falta el tiempo y las fechas en que me iría y eso fue otra vuelta de ideas. Me puse a pensar en que lo mejor era irme en Julio ya que en mi trabajo no muchas personas piden en ese mes vacaciones,  de ahí pensé en irme en medio periodo de pago para no quedarme sin dinero a la hora de regresar. Ya la idea de estar una semana en Costa Rica ya había sido programada. 

Ya una vez obtenidas las fechas solo quedaba buscar el tiempo para decir en mi trabajo, ese fue otro problema porque como a cada rato los horarios se rotan en bases a la necesidad del negocio, ya las fechas que había dicho ya no quedaban bien con el nuevo horario. Me tocó pedir perdón por el error pero ya al fin ya tenía la fecha del lunes 11 de julio al sábado 16 de julio.

Me tocó pedir disculpas porque cuando pensé las fechas y decidí que esas fueran, me aventé y dije si me voy por qué no. Entonces el 8 de junio empecé a hacer la reservación con Oliver para quedarme en Villa del Arco (en un primer momento escuchar ese nombre era como no familiar por el mismo hecho de no conocer) y a hacer la reservación del vuelo iba cuando me di cuenta que mi pasaporte estaba vencido, al día siguiente ni lento ni perezoso me toco ir a Migración de Las Cascadas a renovarlo. Lo malo de no haber prevenido eso se tradujo en $30 mas en el vuelo ya que al día 8 estaba en $145 y al día 9 ya había subido a $174 más la reservación en Airbnb $105, ya solo quedaba ahorrar para los días que me iba a quedar ya que había sido advertido de lo caro de la vida en tierras ticas.

En un momento cuando ya era una realidad y contaba de que me iba, mis amistades me decía que les admiraba mucho ya que iba solo y sin llegar a un lugar donde me esperaba alguien que ya conocía. Pero para mi haber pensado en eso era un oportunidad que me quería dar para estar solo y ver como me manejaba solo en un lugar donde no conocía a nadie por planes a futuro de hacer vida en otro lugar.
Era en ese entonces un reto personal, al cual tenía que hacerle frente y además una desconexión de todo lo de acá para sanar viejas heridas.

Se llegó el día 10 de julio, mi último día laboral en donde ya había caído en la realidad de que ya no había que esperar más de que ya mañana era el día de un viaje que ya no era no programado, era un viaje programado y del cual ya no había vuelta atrás. Cuando se llegó el día la ansiedad me invadía a la hora de ir al Aeropuerto, me invadía mas porque desde hace ratos lo visitaba para ver los aviones despegar y con la esperanza de llegar a tomar uno un día y sin querer iba ahora pero ya no a ver sino que a tomar uno como ya tenía años de no hacerlo; la última vez que tome un vuelo fue en noviembre de 2001 siendo un niño para Los Ángeles. Entonces me sentía como si fuera la primera vez, un recuentro con los cielos, aunque con el temor de la turbulencia, mala acompañante en un vuelo.

Ver el avión y saber que ese era mi vuelo y que había logrado todo eso por mis medios era una sensación muy bonita que me alegraba, era como estar drogado en el tiempo. Ya a la hora de subirme al avión era como decir llegó el día. 


Al llegar me invadía la sensación de haber llegado a un lugar donde nadie me conocía y donde también no conocía nada y donde tenía que buscar los medios para manejarme ahí, días antes había bajado el mapa de la zona en mi celular por otra aplicación que se llama Maps.me , una aplicación que una persona que en su momento fue importante pero que a la vez me hizo mucho daño me recomendó pero que a la hora de estar en San José fue una app que utilicé mucho y me saco mucho de apuros a la hora de estar allá.

Al conocer la habitación me gustó mucho aunque no tenía televisor y también quería conocer ese aspecto de esa sociedad a la que había llegado. Pero fue lo de menos porque me ayudo a desconectarme de todo por 5 días.

Llegué a descansar un poco por lo cansado del día y la ansiedad de la noche anterior, ya estando ahí esa ansiedad se fue.
Mi primera meta fue ir a comer Pollo Popeyes, ya que dirán no es comida tica pero antes en El Salvador solí en la decada de los 90 si no me equivoco había de este pollo y este fue mi favorito, luego se fue y vino KFC pero entre las dos es mejor Popeyes, aunque KFC es buena también pero ha perdido popularidad acá en El Salvador al punto que solo quedan dos restaurantes uno en Plaza Merliot y otro en Metrocentro San Salvador, no sé si habrá otro.

Ya después de haber saciado mi nostalgia gastronómica me fui caminando hasta el Citi Mall localizado en Alajuela, un mall sin duda muy bonito y grande. Muy bien diseñado en todos los aspectos, un diseño varguandista y moderno. También darse cuenta que marcas como Forever 21 alla si tienen área masculina no como en El Salvador que tienen solo área femenina.

Ya después al ver la carga baja del celular era hora de regresar a pie por no conocer bien donde paraban los buses a esa hora de la noche, al menos en esa zona. Me tocó caminar desde City Mall hasta Wall Mart donde compré un jamón y queso para no gastar tanto en alimentos y agua.

Antes de llegar ahí note que había visto el segundo Hooters en San José, el primero estaba cerca del Aeropuerto y este otro a la par del Wall Mart y un Courtyard Marriot. 

Después de las compras me tocó caminar hasta el aeropuerto en donde iba con algo de miedo porque era algo solo pero gracias a Dios no paso nada y pude llegar a un lugar después del aeropuerto a tomar el bus y llegar a descansar para otro día en San José.