EUROPA en un ENORME LÍO

La credibilidad de los gobernantes de Europa cada vez es menor. Primero dijeron que Grecia no necesitaría un rescate, por el momento lleva dos.

Luego aseguraron que los problemas de Grecia no contagiarían a otros países y ya se han infectado Irlanda, Portugal, Italia, España y parece que pronto se apuntará Bélgica.

Después hicieron unos stress test bajo la premisa de que los bancos no necesitarían recapitalizarse porque ningún Estado del Euro haría jamás una quita, y ya todo el mundo descuenta una quita en Grecia.

Estamos en un momento crítico para Europa.

Por un lado está el Banco Central Europeo sujetando a los Estados débiles y comprando sus bonos (ante la desconfianza de los inversores sobre su capacidad de repago de la deuda) para frenar el desmadre de sus primas de riesgo y, al mismo tiempo, se empieza a hablar con fuerza sobre la necesidad de recapitalizar de nuevo a los bancos europeos (se manejan cifras de entre 100.000 y 200.000 millones de euros) por el miedo a que quiebren porque tienen bonos de países muy endeudados. Dexia ha sido el ejemplo que ha vuelto a asustar a los inversores.

Tan sólo la Banca española acumula 245.000 millones de bonos públicoseuropeos.

De cara a los nuevos stress test se estudia, entre otros, contemplar un escenario de quita del 20% de la deuda pública española; eso sobre una base de 222.735 millones de euros que tiene nuestra banca en deuda pública de España equivale a considerar unas pérdida de 44.000 millones de euros.

Tendríamos de nuevo una buena oleada de suspensos.

Ampliaciones de capital

Para tranquilizar a los mercados sobre lasituación de la banca, los gobernantes de Europa estudian exigir a sus bancos un Core Tier 1 del 9% en su capital.

Eso exige claras ampliaciones de capital en la mayoría los bancos.

Esa ampliación urge, pues los fondos monetarios americanos han dejadodesde hace meses de financiar a bancos europeos por miedo a su solvencia y Trichet está haciendo llamamientos desesperados a una recapitalización de la banca.

El problema es que, ante la incertidumbre,no van a ser los inversores privados quienes se atrevan a acudir.

Tendrán que ser de nuevo los gobiernos quienes principalmente acudan a estas ampliaciones.

Para tranquilizar a los inversores y relajar las primas de riesgo, laUE estudia que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) asegure un 20% de las pérdidas sobre los bonos de los Estados.

Mientras tanto, el BCE tendrá que seguir dando liquidez ilimitada a los bancos.

La credibilidad de los gobernantes del Euro está por los suelos.

En 2008 , cuando vino la crisis financiera, había munición en los Estados para tomar medidas de impulso económico y para recapitalizar la banca.

Ya no queda.

Recapitalizar implica endeudar más a los Estados, que a su vez están amenazados en sus ratings por su elevado nivel de deuda.

El Estado español esperaba recaudar 18.000 millones de euros con las privatizaciones de AENA y Loterías del Estado.

Las dos han fracasado. Nilos inversores han confiado en Loterías, ni los bancos han querido
financiar a los ofertantes por AENA, una situación impensable hace un año.

Ahora el Estado deberá cubrir esos importes con emisiones adicionales; que solo comprará el BCE, claro.

La munición se ha acabado (ahora pesan demasiado las deudas) y para colmo los ciudadanos y los gobiernos siguen viviendo en la negación. Unos ciudadanos que han vivido durante muchos años del crédito barato y que acumulan unas deudas colosales, están “indignados” y convencidos de
que tienen derecho a un nivel de vida y a unos beneficios sociales que no pueden pagar.

No solo eso, están envejeciendo, han tenido pocos hijos y los países de Europa no tienen suficientes jóvenes para que financien las prestaciones futuras de jubilación.

Los jóvenes se van a dedicar a pagar las deudas que sus mayores han dejado.

Los gobernantes de Europa deberán atreverse a decir a la población que no van a tener todos los beneficios que les han prometido, que van a tener que trabajar más duro y que, aun así, tendrán un estándar de vida inferior al que han gozado la última década.

Tal vez no quieran decirlo, pero los ciudadanos lo descubrirán y les castigarán por ello.

FUENTE: Expansion

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